sábado, 13 de octubre de 2012

ENTRE ALIMENTARSE Y NUTRIRSE

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sábado, 13 de octubre de 2012


Porque separar alimentación y nutrición? Qué es alimentación y qué es nutrición? Cuál es la diferencia entre una y otra?
Alimentación y nutrición forman parte de un proceso general o total que desarrolla el ser vivo para poder funcionar como tal; dicho con rapidez, la alimentación tiene que ver con los alimentos, mientras que la nutrición tiene que ver con los nutrientes que contienen los alimentos.
Existen nutrimentos importantes para la salud que no están contenidos en los alimentos y los nutrimentos de los alimentos frescos y naturales no son los mismos, ni en calidad ni en cantidad, cuando se sirven en la mesa, pues el transporte, la preparación, la cocción e incluso la manera de servirlos los alteran, disminuyen o eliminan. También el suelo en el que se cultivan los alimentos puede carecer de muchos minerales esenciales para el organismo, lo que ocasiona que dichos alimentos carezcan de ellos.
Por esta razón hay que controlar por separado la nutrición y la alimentación.
El pan, la fruta, la verdura, la carne…. son alimentos que ingerimos en la comida, pero que el organismo no asimila directamente; los nutrientes son partículas asimilables, producto de la digestión, que puede absorber la mucosa del intestino y desde ésta ser llevadas a todas las células.
Los glúcidos (llamados también hidratos de carbono o carbohidratos), los lípidos (o grasas), los aminoácidos (proteínas), las vitaminas y los minerales son los nutrientes esenciales que al ser absorbidos pasan a la sangre.
Para que nuestro organismo pueda asimilar los alimentos necesita descomponerlos en nutrientes, esas partículas elementales que absorbe el intestino.
La segunda mitad del siglo XX fue testigo de una revolución en la relación entre dieta y nutrición, por un lado, y salud y enfermedad, por el otro; y esto fue posible porque en la primera mitad del mismo siglo se descubrieron las vitaminas y se empezaron a controlar las enfermedades ocasionadas por las deficiencias dietéticas.
Ahora sabemos que los alimentos y los suplementos alimenticios adecuados pueden reducir la necesidad de emplear medicamentos, rejuvenecer el metabolismo, fortalecer el sistema inmunológico, reducir el riesgo de males cardiacos, y actuar como calmantes naturales y reductores de fatiga, entre otros muchos efectos benefactores.

y tu que opinas ?.....




Conceptos básicos de nutrición

Los alimentos que ingerimos satisfacen dos necesidades vitales. Proporcionan el material que nuestro cuerpo necesita para regenerarse y proveen la energía necesaria para que siga funcionando.
Las células que forman los tejidos y órganos que componen nuestro cuerpo, tienen un período de vida limitado, por lo que deben ser reemplazadas constantemente. Para su formación se necesitan diferentes nutrientes. Los principales son: proteínas, hidratos de carbono y grasas. Estos son los materiales que proporcionamos mediante la alimentación.
En el proceso de regeneración de las células se consume una gran cantidad de energía, y también se requiere energía, para todas las actividades que nuestro cuerpo realiza. Esa energía también se obtiene de los alimentos.
En una dieta equilibrada, la cantidad de alimentos que ingerimos, debe ser igual a la que nuestro cuerpo consume para hacer frente a sus necesidades, tanto nutritivas como energéticas. Si comemos menos, adelgazamos, y si comemos más, engordamos.

Toma el control de tu salud.

¿Cómo se alcanza el equilibrio?
Nuestro organismo posee un mecanismo de control que se encarga de que la ingesta de alimentos sea la justa para proveer todo lo que necesitamos, tanto para la regeneración de tejidos y órganos, como para satisfacer las necesidades energéticas.
Aunque es un mecanismo extraordinariamente complejo y responde a una multitud de estímulos, podemos resumirlo de esta manera. Cuando el organismo necesita nutrientes, nuestro cerebro envía señales al estómago que percibimos como una sensación de hambre, y cuando se ha cubierto la necesidad, envía otras señales que se traducen en una sensación de saciedad. En teoría solo tendríamos que responder a esas señales para alcanzar el equilibrio en la dieta.
El la práctica, alcanzar el equilibrio no es tan sencillo, pues, intervienen muchos factores, que pueden alterar la respuesta que nuestro organismo da.

Toma el control de tu salud.

Factores que alteran el equilibrio
Enfermedad.- Algunas enfermedades (bulimia, anorexia, depresión, estrés, fibrosis quística, hipertiroidismo) causan trastornos en el mecanismo del hambre, provocando o inhibiendo esta sensación.
Estímulos externos que influyen en el apetito.- El olor, el gusto, la vista, el entorno familiar, las compañías, la publicidad, la cultura, pueden influir en nuestra voluntad haciendo que comamos más o menos de lo que sería la “necesidad real” de nuestro cuerpo.
Falta de regularidad, malos hábitos.- No guardar un horario fijo para las diferentes comidas, saltarnos el desayuno o lo cena, comer de manera precipitada, de pie, atendiendo otros quehaceres. Todo esto también afecta a la respuesta de nuestro organismo.
Desequilibrio nutricional.- Para satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo, tenemos que suministrar la cantidad adecuada de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Una dieta desproporcionada, con un exceso de grasas o pobre en proteínas o hidratos de carbona, alteraría el equilibrio. Aunque la proporción no es crítica, ya que nuestro metabolismo puede obtener la energía de cualquiera de los tres grupos, si es necesario mantenerla dentro de unos límites.

Toma el control de tu salud.

Ejercicio físico.- Las tareas laborales de la sociedad actual no están relacionadas con ejercicios vigorosos y los adelantos técnicos que aporta la vida moderna hace que las personas adopten estilos de vida menos activos. Esta falta de actividad física también resulta perjudicial para nuestra salud.
Como vemos, hay diversos factores que debemos tener en cuenta si queremos alimentarnos de forma adecuada. En próximos artículos examinaremos esos factores con más detenimiento, pero, con lo aquí expuesto, podemos sacar algunas conclusiones.
Debemos conocer nuestro organismo y hacer caso de las señales que envía.
Las señales del hambre y de la saciedad, incluso otras que pueden provocarnos apetencia por algún alimento en particular, son enviadas por el Sistema Nervioso Central para atender las necesidades del conjunto de nuestras células. Muchas veces no hacemos caso de esas señales, quizás porque damos prioridad a otras necesidades psíquicas o sociales, o simplemente porque hemos perdido la facultad de captarlas.

Toma el control de tu salud.

Es necesario cultivar buenos hábitos alimentarios.
Durante la infancia y la juventud se adquieren hábitos alimentarios, principalmente los que se tienen en casa, pero se dan influencias por parte de la escuela, los amigos, los medios de comunicación, etc. Muchos de los hábitos adquiridos no son los más adecuados, por lo que deberíamos detenernos a examinar nuestras costumbres y si es necesario, cambiarlas.
Deberíamos tener un conocimiento básico del valor nutritivo de los alimentos.
Para estar sanos es fundamental una buena alimentación diaria, pero solo la podremos lograr, conociendo el valor nutritivo de los alimentos y, sabiéndolos combinar. Prácticamente todos los alimentos, tienen nutrientes y compuestos útiles o valiosos, pero si no se toman en la proporción y momento adecuados también pueden resultar perjudiciales. La manera mas fscil de aportar los nutrientes que nuestro cuerpo necesita es a travez de nutraceuticos naturales, ya que estan hechos para satisfacer la necesidad diaria de el organismo y ademas de limpiar el cuerpo de los aditivos que los alimentos traen hoy en dia y vamos acomulando.

Toma el control de tu salud.

Se requiere ejercicio físico para que nuestro cuerpo responda adecuadamente.
Según un informe, los paises latino-hispanos tiernen la tasa mas alta de inactividad física por habitante y no parece que esta situación vaya a mejorar. Los niños cada vez dedican menos tiempo a realizar deporte, prefieren ocupar su tiempo libre en ver la televisión o jugar con el ordenador.
Está demostrado que el sedentarismo supone un factor de riesgo para el desarrollo de numerosas enfermedades. Una vida físicamente activa, en cambio, produce numerosos beneficios, tanto físicos como psicológicos.
Siempre que observemos una respuesta anormal, debemos acudir al especialista. Los beneficios de una dieta equilibrada deberían hacerse evidentes en nuestro estado físico y psíquico, si estos no se producen, podría ser síntoma de una enfermedad. Por eso, si observamos una respuesta anormal de nuestro organismo, deberíamos acudir a un especialista.
Nuestro cuerpo es una máquina maravillosamente diseñada, pero si no la cuidamos, irá deteriorándose y perderá su funcionalidad. El tiempo que dediquemos a conocer su funcionamiento y proveer los cuidados necesarios, será sin duda, un tiempo bien empleado.